sábado, 10 de enero de 2009

De lammers, crackers y hackers

Módulo TTC: Tecnologías para el trabajo colaborativo


“David de Ugarte, en su dinámico y enriquecedor blog, se muestra como un inquieto buscador de ideas, de nuevas conexiones, pero por encima de todo es un “pescador de nombres” (p.10, escrito por Pedro Martín, al presentar al autor de “El poder de las redes”).

Pescador de ideas. Este aspecto que señalara Martín me resultó una faceta rica para explorar. Todo se disparó con el término lammers que de Ugarte emplea en referencia a tres bloggers detenidos por su papel en las revueltas francesas de noviembre de 2005: “Dado el aspecto de los blogs mientras estuvieron abiertos, los tres chicos parecían poco más que lammers, usuarios muy poco avanzados que normalmente harían un uso lúdico de la red y poco más...” (p.76).

El término lammer (o lamer, como se utiliza de aquí en adelante) se encuentra tanto en la versión española de Wikipedia como en su equivalente inglesa. De ambas se desprenden varias acepciones, las cuales se derivan del ámbito en que se aplican. Así, para el ámbito de Internet lamer se aplica a aquellos usuarios cuyo comportamiento de novato se prolonga más tiempo de lo normal. En los videojuegos, los lamers son considerados jugadores que emplean estrategias muy sencillas, como resultado de su falta de conocimientos o bien poco honrosas, como producto de sus malas intenciones. Finalmente, en el ámbito de la informática los lamers son considerados aficionados al tema que se precian de poseer extensos conocimientos pero que, en realidad, no los poseen ya que solo se preocupan por aprender el mínimo necesario para operar los dispositivos. En este sentido, resulta difícil distinguir un lamer de alguien que es demasiado tonto para entender cómo funciona algo aun si así lo deseara. De esta forma, ambas Wikipedias reflejan algunos rasgos de los lamers: escasos conocimientos vinculados con falta de capacidades para conocer y adecuarse y actitudes de desdén hacia otros. Muy en su estilo, también en Frikipedia se los valora negativamente: “Se caracterizan por decir que son hackers y lo único que han hecho en su vida (y mucho es) es averiguar la respuesta secreta del messenyer de su prima la pequeña después de estar un mes probando posibles respuestas y decir que "le he juankeado el mensenyer, soy un super juanker de 31337.”

Lo siguiente, extraído de http://v3ctor.wordpress.com/2008/06/11/mas-definiciones-y-aclaraciones/ presenta la opinión de un blogger: “Lo peor de lo peor: es como un geek y un cracker tomando lo peor de cada uno: además de la ignorancia de un geek, se dedica a hacer daño como un cracker. Depende completamente de los programas que consigue en Internet, no puede desarrollar nada por si mismo.” Se impone entonces hacer una aproximación a los términos geek y cracker. Según el mismo blog citado anteriormente, geekes un simple aficionado que utiliza herramientas hechas por hackers y programadores pero es incapaz de explicar/entender su funcionamiento y que no tiene conocimientos técnicos para desarrollar algo por sí mismo” (http://v3ctor.wordpress.com/2008/06/11/mas-definiciones-y-aclaraciones/) en tanto que para la Wikipedia española, una de las acepciones de cracker es “alguien que viola la seguridad de un sistema informático de forma similar a como lo haría un hacker, sólo que a diferencia de este último, el cracker realiza la intrusión con fines de beneficio personal o para hacer daño. El término deriva de la expresión "criminal hacker", y fue creado alrededor de 1985 por contraposición al término hacker, en defensa de éstos últimos por el uso incorrecto del término.” En este mismo artículo se propone una tipología de crackers, entre las cuales están los lamers, definidos como “personas con poco conocimiento de informática, que normalmente buscan herramientas fáciles de usar para atacar a ordenadores, sin saber mucho de ellas, en ocasiones causando grandes daños”.

Por último un aporte desde YouTube, que refleja varios de los aspectos mencionados anteriormente:





Volviendo a David de Ugarte: del hacker al blogger

“El blogger es la continuación, en la esfera informativa, del hacker”. (de Ugarte, p. 45)

Algunas páginas de la obra de de Ugarte, dentro del capítulo dedicado a la historia de las redes, tratan sobre los primeros hackers: W. Diffie, R. Stallman, S. Jobs y S. Wozniak. Los hackers hacen su aparición en un mundo de redes descentralizadas, a partir de las décadas de 1960 y 1970, en los puntos de cruce de la gran informática y la academia. Estos investigadores autoorganizados cuestionan la “propiedad intelectual” y la topología de la estructura de la información. Así, el movimiento hacker desarrolla una ética del trabajo basada en el reconocimiento y no en la remuneración, y una ética del tiempo en la que desaparece la división entre el trabajo entendido como castigo divino y el tiempo “libre” asociado al gozo. Se trata de valores que se incorporarán al diseño de las nuevas herramientas y a los cambios culturales y políticos que provocarán.

Sendos desarrollos, el de los ordenadores personales, posible en parte por el acuerdo de los hackers de utilizar cooperativamente sus habilidades para descubrir nuevas posibilidades tecnológicas, y el desarrollo de Internet conectando a esos ordenadores jerárquicamente iguales, generaron el paso del mundo de poder descentralizado a uno de poder distribuido: la era de las redes distribuidas.

La ética del hacker, basada en comunidades de desarrollo de software libre, se extiende posteriormente a la información general y la construcción de la opinión pública a través de una herramienta Web 2.0: los blogs. En este punto de Ugarte encuentra similitudes entre los hackers y los bloggers. Estos últimos rara vez se especializan, abordan diversos temas tanto personales como de actualidad internacional o local. Es precisamente, esta no separación entre vida, trabajo e ideas una traducción directa de la ética hacker que se opone a la división del trabajo que caracteriza a las redes descentralizadas. Otro punto en común es el incentivo del blogger, basado en el prestigio y el número de lectores y el de enlaces y citas publicadas por otros bloggers, elementos similares a la los de la filosofía del hacker en tanto superación de las distinciones entre retribución y reputación, en el conocimiento de que el origen del poder no está en el atesorar sino en el compartir y divulgar la información y en propiciar en su flujo por una red distribuida. Estos puntos comunes convergen en la apreciación de de Ugarte al expresar: “Resumiendo, la gran red global de bitácoras (la “blogsfera”) representa el primer medio global de comunicación distribuida y reproduce todas las categorías de la “ética hacker” (p. 45).

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